Esteatohepatitis no alcohólica: síntomas, causas y tratamiento disponible
La esteatohepatitis no alcohólica es una enfermedad hepática crónica cada vez más común, asociada a la acumulación de grasa en el hígado en personas que no consumen alcohol en exceso. Aunque al inicio puede no causar molestias, puede progresar silenciosamente hacia complicaciones graves como cirrosis o cáncer de hígado.
En este artículo te explicamos qué es la esteatohepatitis no alcohólica, sus síntomas, causas, diagnóstico, tratamiento farmacológico y dieta recomendada, con información útil para quienes no encuentran el medicamento adecuado en México. Si es tu caso, aquí también conocerás una alternativa confiable.
¿Esteatohepatitis no alcohólica qué es?
La esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés) es una forma avanzada del hígado graso no alcohólico (NAFLD). Mientras que el hígado graso implica simplemente acumulación de grasa en el órgano, en la NASH hay además inflamación y daño en las células hepáticas.
Esto significa que el hígado está reaccionando a esa acumulación de grasa, lo que puede generar fibrosis (cicatrización) y, con el tiempo, evolucionar a enfermedades más graves como cirrosis, insuficiencia hepática o incluso cáncer hepático si no se trata de forma oportuna.
La esteatohepatitis no alcohólica, que es una enfermedad de origen metabólico, no está relacionada con el consumo de alcohol, aunque clínicamente sus consecuencias pueden parecerse a las del daño hepático alcohólico.
Causas comunes de la esteatohepatitis no alcohólica
Las causas más frecuentes de esta afección están relacionadas con el estilo de vida y condiciones metabólicas:
- Obesidad y sobrepeso, especialmente la grasa abdominal.
- Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
- Síndrome metabólico, que combina hipertensión, colesterol alto, obesidad y glucosa elevada.
- Factores genéticos y ambientales, como antecedentes familiares o dietas altas en grasas saturadas y azúcares.
Estos factores provocan alteraciones en el metabolismo de las grasas, favoreciendo la acumulación en el hígado y el inicio del proceso inflamatorio.
Síntomas más frecuentes
Una de las dificultades para detectar esta enfermedad es que muchos pacientes son asintomáticos en etapas iniciales. Sin embargo, algunos de los síntomas más frecuentes incluyen:
- Fatiga constante y sin causa aparente.
- Molestia o dolor leve en la parte superior derecha del abdomen.
- Elevación de enzimas hepáticas (ALT y AST) en análisis de sangre rutinarios.
- Malestar general, digestión lenta o sensación de inflamación abdominal.
Debido a la falta de síntomas específicos, es fundamental realizarse chequeos médicos frecuentes, especialmente si se presentan factores de riesgo.
Diagnóstico y pruebas necesarias
Para confirmar el diagnóstico de esteatohepatitis no alcohólica, el médico puede solicitar diferentes estudios:
- Análisis de sangre para medir enzimas hepáticas, colesterol, glucosa y marcadores inflamatorios.
- Ecografía abdominal, que permite detectar la acumulación de grasa en el hígado.
- Fibroscan, una prueba no invasiva que mide la rigidez del hígado.
- En algunos casos, puede ser necesaria una biopsia hepática para evaluar la inflamación y el grado de fibrosis.
Estas pruebas permiten determinar la gravedad de la enfermedad y orientar el tratamiento adecuado.
¿Qué medicamento tomar para la esteatohepatitis no alcohólica?
El tratamiento farmacológico de la NASH aún está en desarrollo, pero existen opciones terapéuticas que han mostrado resultados prometedores para reducir la inflamación hepática y detener la progresión de la fibrosis.
En este contexto, Perset Farma ofrece un medicamento innovador que actúa directamente sobre los mecanismos de inflamación hepática y metabolismo de lípidos. Este tratamiento, aunque no se encuentra fácilmente en México, puede ser solicitado mediante servicios de importación especializados, como los que ofrece la propia compañía.
Este fármaco contribuye a:
- Disminuir la grasa acumulada en el hígado.
- Reducir la inflamación hepática.
- Prevenir la progresión a fibrosis o cirrosis.
Es fundamental que este medicamento sea prescrito y supervisado por un médico especialista en hepatología o gastroenterología, para asegurar su uso adecuado según el estado clínico del paciente.
Alimentación y dieta recomendada
El tratamiento de la esteatohepatitis no alcohólica no estaría completo sin una modificación en los hábitos alimenticios. La dieta mediterránea es una de las más recomendadas, debido a su alto contenido en frutas, verduras, legumbres, pescado, aceite de oliva y granos integrales.
Se recomienda:
- Reducir carbohidratos refinados y azúcares simples.
- Evitar productos ultraprocesados, grasas trans y bebidas azucaradas.
- Eliminar por completo el alcohol.
- Realizar actividad física regular, al menos 30 minutos diarios, cinco veces por semana.
- Seguir el tratamiento que el doctor indique.
Estos cambios ayudan no solo a mejorar el hígado, sino también a controlar el peso corporal y prevenir enfermedades metabólicas asociadas.
La esteatohepatitis no alcohólica es una condición silenciosa pero potencialmente grave, que puede tratarse con éxito si se detecta a tiempo. El diagnóstico oportuno, un plan de alimentación saludable y la combinación de tratamiento médico adecuado, como el que ofrece Perset Farma, pueden marcar la diferencia.
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